El Fútbol que nos duele a todos

Policiales

Según la organización «Salvemos al Fútbol», desde sus inicios este deporte cuenta con una lista negra de 315 fallecidos entre sus espectadores. El caso cordobés es el más reciente.

En lo que va del 2017, en enero se registró la primera víctima tras una interna en la popular de San Martín de Mendoza. Allí, quien perdería la vida sería Maximiliano Lucero.

Este sábado ocurrió por Belgrano y Talleres, en lo que fue la vuelta de este clásico a la primera división, y allí pareciera que se hizo todo lo posible para que este número aumentara.

Por una parte, el caso conocido por todos de Emanuel Balbo, este hincha «pirata» que fue acusado de ser del equipo rival por el presunto asesino de su hermano, el «Sapo» Gómez, lo que derivó en una brutal golpiza que concluyó con los agresores «tirando» por la boca de las escaleras al joven Balbo.

Según se sabe por sus médicos, el estado de salud de Emanuel era gravísimo, muy difícil de poder revertir. Incluso, los medios publicaron en las últimas horas del domingo que se había declarado la muerte cerebral. El lunes se difundió su muerte.

Más allá de Emanuel, el clásico se tiñó de otros sucesos brutales que no cobraron relevancia.

Un hincha fue agredido con piedras tras un enfrentamiento entre barras rivales, que terminó con la intervención de la policía que nada pudo hacer para evitar el corte en el ojo que sufrió este hincha y lo que se sospechaba, sería una puñalada en su abdomen de poca profundidad.

Por otro lado, otro hincha en inmediaciones del estadio fue impactado por una bala en el rostro, poniendo en riesgo uno de sus ojos. Últimos reportes informaban de una evolución favorable aunque no echaban luz sobre quién sería el autor del disparo o el motivo por el cual fue accionado.

Trescientas quince muertes, trescientas quince víctimas y nada parece haber cambiado en el fútbol, al menos para bien. La violencia nos sigue enfermando, nos sigue matando y la dirigencia así como la justicia… «SE HACE LA QUE NO VE».

Gabriel Difalci